La comarca de la Huerta, sobre todo los pueblos que lindan con la Albufera, tienen un componente común debido al desarrollo económico que han sufrido a partir de la segunda mitad del pasado siglo.
En concreto, Alfafar, su economía se sustentaba en el arroz; la marjal era el elemento dinamizador de la sociedad en la primera mitad del siglo XX.
El sector agrario marcó toda una serie de tradiciones y costumbres que siguen perviviendo en nuestros días.
Los fieles acudían tanto a las ceremonias del templo, como el viacrucis y al santo entierro.
Principalmente iban al barranco de Paiporta a comerse la “tradicional mona”.
En ese cambio social, La Fiesta, también experimenta una evolución acorde a los nuevos habitantes de la zona.