La iniciativa fue muy bien acogida por el público y dio pie a organizar una nueva edición del mismo.
En este periodo se programaba música tradicional con alguna introducción de nuevas tendencias.
Junto a las actuaciones musicales se organizaron otras actividades relacionadas con la cultura y el sustrato celtibérico.
Se establece el objetivo de buscar una proyección internacional, abriendo el festival a nuevas músicas folclóricas e introduciendo grupos como Las Hijas del Sol o Mestissay.
En 2001 se comienza a organizar una feria de artesanía que completa las actuaciones musicales.