El abuelo de Friedrich, Albert Frederick von Derschau, llegó a ser Presidente del Tribunal Real de Justicia en Königsberg (Prusia Oriental).
[2] Este amor lo hizo caer en desgracia a los ojos del Federico II, quien ordenó su encarcelamiento y feroz persecución.
Puesto en libertad (1763), realizó misiones diplomáticas por cuenta de la emperatriz María Teresa.
Su intrépida fuga hizo que, cuando fue recapturado, fuera encarcelado en Magdeburgo, en una celda construida especialmente para él.
Sus aventuras terminaron en París durante el Reinado del Terror, siendo ejecutado en la guillotina por orden de Fouquier.