Una puerta falsa es un elemento arquitectónico existente en las tumbas del Antiguo Egipto.
Los egipcios creían que la falsa puerta era un umbral entre el mundo de los vivos y el de los muertos, y que a través de ella una deidad o el espíritu del fallecido podían entrar y salir.
Una falsa puerta por lo general está tallada en un solo bloque de piedra o en una plancha de madera o incluso pintada, no está destinado a funcionar como una puerta normal.
Estos textos ensalzan las virtudes de los fallecidos y expresan deseos positivos para el más Allá.
Durante los casi ciento cincuenta años que abarcan los reinados de los faraones Meryra Pepy, Merenra I, y Neferkara Pepy, (dinastía VI), la falsa puerta sufrió una serie de cambios que afectan a la disposición de sus elementos, permitiendo a los historiadores fechar las tumbas por el estilo de falsa puerta que se utilizó en ellas.