La zona de fallas de Boconó, entre Santo Domingo y La Grita (en Venezuela), presenta características tectónicas interesantes, con callamientos secundarios que por su longitud podrían generar sismos destructores.
[1] Se extiende a lo largo de 500 kilómetros.
[2] De acuerdo con la Teoría de la Tectónica de Placas, el extremo sur del mar Caribe ha sido definido como la frontera entre las placas del Caribe y la Sudamericana.
En el presente esta frontera está definida por el sistema de fallas Boconó-Morón-El Pilar y otras zonas de fallas, sumergidas y expuestas, al norte de Venezuela.
Este sistema de fallas corta y desplaza el extremo oeste de las montañas del Caribe, lo que sugiere que su desplazamiento rumbo-deslizante comenzó en tiempos geológicos recientes, posiblemente a partir de la época del Terciario tardío y los terremotos de 1610 y 1894 están asociados con ella.