[5] Posteriormente se descubrió la molécula humana que fue clonada por grupos de investigadores en Japón, Alemania y Estados Unidos en 1986.
El G-CSF induce también la movilización de los granulocitos que partiendo de la médula ósea se dirigen a la corriente sanguínea, aunque esto no afecta directamente a los progenitores hematopoyéticos que son movilizados.
[8] Además de los efectos en el sistema hematopoyético, el G-CSF puede también actuar en las células neuronales como factor neurotrófico.
La acción del G-CSF en el sistema nervioso central es inducir la neurogénesis, para incrementar la neuroplasticidad y contrarrestar la apoptosis.
[9][10] Estas propiedades están actualmente siendo investigadas para el tratamiento de enfermedades neurológicas como la isquemia cerebral.