Es venerado como beato por la Iglesia Católica, cuya festividad está instituida el 18 de enero.
En prisión, sus vecinos cremoneses abogaron ante el tribunal de la ciudad para que fuese liberado.
En cuanto hubo fundado la comunidad laical ya mencionada, Facio fue enviado por el obispo de Cremona a inspeccionar los monasterios de aquella región lombarda, que correspondían directamente al obispado.
Actualmente, está enterrado al lado de otro ilustre cremonense, San Homobono.
Por su parte, sus reliquias están en la iglesia de San Antonio, donde también se exhiben algunas creaciones que Facio realizó mientras era orfebre.