Fūrin

traducido literalmente como "campanilla de viento" o "campanilla que evoca el viento", es un elemento decorativo de origen tradicionalmente japonés que se empieza a colocar en las casas, generalmente en las ventanas o puertas, al principio del verano.

Sus colores a menudo evocan objetos o sustancias refrescantes como el agua fresca y el metal.

La función es estas campanillas es enfatizar la sensación de la brisa que refresca el caluroso ambiente veraniego.

Fueron introducidos en Japón por los antiguos monjes budistas que viajaron a China, regresando con este objeto.

El material utilizado en su fabricación siempre fue el cobre, pero hacia el año 1700 se empezaron a crear campanillas de cristal.

Típica campanilla japonesa fuurin de cristal. En el trozo de papel abajo de ella se ve escrito "江戸風鈴" (Edo fuurin) campana de viento de Edo (actual Tokio)
Antiguas campanillas fuurin de bronce y cobre.