[2] Como antecedente, los indígenas guaraníes han practicado el manga ñembosarái, de características similares, en el actual territorio paraguayo durante siglos.
El coronel don Rodolfo Saguier, galantemente, hizo desocupar la Plaza de Armas para dejar sitio suficiente para los juegos en los cuales tomaron parte los siguientes alumnos: Ángel Villasboa, Adolfo López, José Riquelme, Ramón Valiente, Patricio Ayala, Virgilio Barrios, Gregorio Cubilla, Zoilo Mazó, Wenceslao Vargas, Manuel Arias, Agustín Alonso, Inocencio Cardozo, Luis Echauri, Ramón García, Federico Meza, José Souza Lobo, Santiago Dávalos, Marcial Espíndola, Daniel Ferreira y Tomás Jons, divididos en dos partidos, llevando por distintivo una gorrita blanca y bajo el mando del capitán Arias, y el otro llevando una gorrita blanca con cinta verde, a las órdenes del capitán Villasboa.
Cuando el director del juego, señor William Paats, hubo colocado la pelota en el medio y dio la señal de empezase, mereció el aplauso general de numeroso espectadores, causando hilaridad la mayor o menor destreza con que los jugadores supieron desempeñar su papel.
Debido a los esfuerzos unidos de los ágiles del bando blanco, señores Marcial Espíndola y Jons, que hicieron pasar la pelota dos veces debajo del arco contario, este bando resultó victorioso y ganador de un premio ofrecido por S.E.
Otra versión lleva la génesis del fútbol en Paraguay un poco más atrás, a 1886 y en los alrededores de Borja.
En 1910, Paraguay formó su primer equipo nacional para jugar contra el equipo de Corrientes, Argentina, pero tendría que esperar hasta 1919 para que la selección Argentina tome un barco río arriba en el río Paraná y visite Asunción para los primeros juegos internacionales oficiales.
El fútbol ha crecido enormemente desde entonces, y hay más de 1600 equipos repartidos por todo Paraguay que participan en las ligas.