Los equipos jugaron de la siguiente manera: UNAM: Rafael Anaya; Carlos Migueles, José Luis Robles Glenn, Juan Solís; Juan Weber, Alfredo Echávarri; Alfredo Lama, Carlos Martín del Castillo, Erasmo Colombo, Cornelio Colorado, Ignacio “Sabú” Morales.
IPN: Castillo; Rattia, Téllez, Luis Servín; Pineda, Eduardo Salgado; Pablo Rubio, Ismael López Herrera, Omar Fierro, Leonardo Navarro, Aguirre.
Lo bueno para el conjunto universitario es que no existía una división menor, sino, hubieran descendido.
Para la temporada 1955/56 el Politécnico se muda formalmente a su nueva casa, el Parque Asturias, y con discreta participación los Burros Blancos quedaron a media tabla, en el noveno lugar, por debajo de los Pumas que terminaron en octavo.
En esta temporada también sería la última[3] participación del IPN en la Segunda División, ya que al finalizar el Politécnico y la UNAM pedirían a la liga ausentarse por un año para reestructurar sus equipos.
Los Pumas volvieron un año más tarde, completamente renovados y el Politécnico, ya no regresaría.
El partido terminaría con un 3 a 1 favorable para los Azulcrema, el gol del Poli fue realizado por Francisco Ochoa.
Esto le daba al equipo esperanzas de mantener la categoría, no obstante, conseguirían resultados poco favorables y negativos en las últimas jornadas del torneo.
Además, su rival directo en el descenso, Sporting Canamy, tenía que perder ante el Atlético Morelos.
El Clásico Estudiantil o Poli-Pumas es un encuentro tradicional que inició en el fútbol americano colegial de México entre los selectivos del IPN y la UNAM, entre los cuales existe una histórica rivalidad.
En el primer encuentro se impusieron los Pumas por 3 goles a 1, con anotaciones de Roberto Juárez, Juan Solís y Leobardo Murphy, mientras que Eduardo Salgado marco por los Burros Blancos.