El programa iconográfico seguramente representa los trabajos de Hércules (Pena Graña), ex more céltica, pars pro toto, como ya hemos dicho.
No se representa en la fíbula ningún monstruo marino tan solo, de nuevo ex more celtico pars pro toto, las ondas del Océano, el Altántico, que Hércules cruzó en la copa de Helios, aluden al X trabajo; La cabeza del jabalí —solapando las ondas del mar, por estar en la pieza restaurada mal situada con respecto a su estado original mucho más adelantado— sin duda representa el 4.º trabajo: la captura del famoso jabalí de Erimanto, siendo desde el punto de vista estilístico, como cualquiera puede apreciar, no ibérica, más irreprochablemente celta.
Está hecha de oro y esmaltes, su autor, seguramente griego, se podría encuadrar en la corriente helénica, pero no existe en la pieza ninguna concesión a lo clásico todo es en ella celta.
En ningún caso la espada, como se deduce sin ningún género de dudas por la vaina idéntica en su decoración a las conservadas en el Museo Británico correspondientes a largas espadas celtas, podría ser una falcata, la pieza ni es, ni puede ser ibérica.
En principio la fíbula se puede encuadrar en una temática atlántica y se explica por la fama que en el siglo III a. C. tenía el Camino Heracleo, citado por Aristóteles, un camino de peregrinación que hacia Occidente, al Finisterre atlántico de Europa, emprendían los griegos conmemorando el décimo trabajo de Hércules.