En 1832 consiguió retornar con éxito y fue elegido representante a la Cámara por la provincia de Tunja, permaneciendo en el cargo hasta 1849.
Su legado fue desconocido y ocultado cuando los conservadores retomaron el poder político e iniciaron su proyecto de Regeneración liderado por Rafael Núñez.
Al año siguiente López es elegido presidente y nombra a Rojas como ministro de hacienda.
A su regreso al país respaldó el radicalismo liberal en fuertes debates parlamentarios, académicos y periodísticos.
[3] Durante su funeral, el expresidente interino José María Rojas Garrido expresó esto que sigue: