Expectorar es arrancar y arrojar por la boca las flemas y otras secreciones que se depositan en la faringe, la laringe, la tráquea o los bronquios.
[2] No debe confundirse con "escupir", que consiste en expulsar saliva por la boca.
Tanto por exceso, como por defecto, la expectoración sugiere el padecimiento de alguna enfermedad.
Además, si se acompaña de sangre (esputo hemoptoico), secreciones purulentas (tos vómica) u otras alteraciones en su color o contenido, también orientan hacia determinados problemas de salud que deben ser consultados de inmediato a un médico.
Aunque dependiendo de la enfermedad que origina o altera la expectoración, se usan diferentes tipos de medicamentos.