Una muchacha de diecinueve años, Eveline, se asoma por una ventana.
Mientras mira por ella, piensa en su vida, en su madre muerta loca algunos años antes y en su hermano mayor Ernest, que también ha fallecido.
Está aterrorizada por el padre que la maltrata y se siente frustrada por su humilde trabajo como vendedora.
Tiene planes de partir con un marinero llamado Frank hacia Buenos Aires.
El recuerdo de la vida monótona y triste de la madre la lleva a partir, pero cuando los dos se encuentran en el puerto y la nave está por partir, a Eveline la vuelven a asaltar las dudas y se refugia en el rito familiar de la oración.