La ardilla de Siberia marca su territorio con orina, pero también con las glándulas que tiene sobre sus mejillas.
El apareamiento se inicia después del invierno, en el mes de abril.
[3] Se alimentan de arbustos, setas, bayas, pájaros y otros animales pequeños.
Las ardillas de Siberia se han popularizado como mascotas, necesitando un gran espacio para no caer en el estrés, y siendo necesario que con regularidad sean soltadas en una habitación o recinto cerrado a prueba de escapes, para que corran y jueguen de forma semilibre, teniendo en cuenta que son animales muy curiosos.
Son menos activas en invierno, y en cautiverio normalmente hibernan en las habitaciones con calefacción.