Nació a finales del reinado de Clotario I y se adscribió bajo la disciplina de San Columbano en el monasterio de Luxeuil y después de haber dejado este monasterio, por acompañar a Columbano, volvió a él el año 611 y gobernó la comunidad hasta que el rey Teodorico I le envió a Italia a que buscase a san Columbano en el monasterio de Bobio.
No quiso volver este santo y volvió a enviar a Eustasio para que continuase gobernando el monasterio de Luxeuil.
Eustasio sostuvo en él la regla de su maestro e impidió que le condenase este concilio.
Su vida, que escribió Jonás y está en el acta sanctorum de Dolando, se halla también en las actas del padre Mabillon.
Se dice que originariamente la iglesia que en París tiene el nombre de San Eustaquio, estaba bajo la invocación de San Eustasio y que solamente en la secuela de los tiempos se ha dado a esta iglesia llegada a ser parroquia considerable, el nombre de San Eustaquio mártir pretenso.