De joven se encerró en la abadía benedictina de Jumièges o Inmiegues en Normandía donde pasó seis o siete años haciendo prácticas penitenciales.
Fue nombrado como mayordomo de palacio, cargo que comportaba el gobierno del reino.
En el ejercicio del cargo, se opuso a Carlos Martel que había confiscado propiedades eclesiásticas para luchar contra los musulmanes procedentes de Hispania.
Después de la victoria en la batalla de Tours o Poitiers del 732, Carlos fue a Orleans y en el 737 envió al obispo al exilio en Colonia.
Más tarde se le permitió retirarse en el monasterio de Darchinium o Sint-Truiden donde murió el 20 de febrero del 743 por causas naturales.