Eugenio Torelli Viollier

Con el Corriere trató de impulsar en Italia un modelo periodístico objetivo y liberal, inspirado en la prensa anglosajona.

[1]​ Tras 24 años en el cargo y antes de morir, escogió como sucesor en la dirección a Luigi Albertini.

Francesco estaba casado en segundas nupcias con una francesa, Giuseppina Viollier, con la que tuvo a Eugenio.

En 1852 fue confiado, junto con sus hermanos, a su hermanastra Luisa, hija del primer matrimonio de su padre.

Sin embargo Torelli Viollier rechazó formar parte de la administración monárquica, abandonó Nápoles y se unió a los camisas rojas del general Giuseppe Garibaldi.

Alexandre Dumas (padre), ferviente partidario de Garibaldi, había fundado en Italia el periódico L'Indipendente para apoyar su causa.

Torelli Viollier trabajará en esta publicación y llegará a ser secretario personal de Dumas.

Pocos meses después, Torelli Viollier se trasladará a Milán para trabajar en la editorial de Sonzogno.

En 1871 comienza a trabajar en el principal periódico milanés, Il Secolo, editado también por Sonzogno, donde redacta la crónica social, la de sucesos y críticas teatrales.

Torelli Viollier dejó definitivamente de trabajar para Sonzogno en 1872, cuando empieza a colaborar con el Corriere di Milano, periódico perteneciente a la derechista Asociación Constitucional y dirigido por Emilio Treves (un liberal moderado y monárquico que, en tiempos, había sido garibaldino).

Tras varios encuentros, Torelli Viollier obtuvo finalmente la dirección del periódico, cargo dotado de unos importantes emolumentos.

Para la sede social se escogió el lugar más prestigioso de Milán, la Galería Víctor Manuel II, aunque en realidad la entrada estaba en la via Ugo Foscolo.

Torelli Viollier propugnó una línea editorial independiente de la política, que apoyara la conciliación y el posibilismo.

Ese día el resto de los periódicos no publicó, por lo que la edición del Corriere se agotó.

La caída del segundo gobierno del conservador Marco Minghetti fue propiciada incluso por la propia derecha, que veía en este cambio una oportunidad de renovación, no sólo desde el punto de vista político, sino también en el generacional.

Era una mujer independiente, de fuerte personalidad e ideas avanzadas (se la considera una precursora del feminismo en Italia),[3]​ que frecuentaba los salones literarios y tenía (a diferencia de Torelli Viollier) costumbres muy liberales (Torriani mantuvo una breve relación amorosa con Giosuè Carducci).

Torelli Viollier recibió esta noticia en Nápoles, adonde había viajado por motivos laborales, y se sintió profundamente afectado.