Fue oficial primero del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos y trabajó sobre todo en la Biblioteca Nacional de Madrid, como su padre.
Durante cierto tiempo fue encargado de la "Sala tercera", que acogía las colecciones de prensa, sobre las cuales escribió algunas obras bibliográficas, la primera de las cuales fue premiada en el concurso de la misma Biblioteca en 1873; el autor renunció a la dotación económica generosamente, pero la obra no se pudo imprimir por falta de medios hasta mucho tiempo después.
También escribió la bibliografía de su padre e investigó pacientemente desentrañar los pseudónimos y criptónimos usados por los autores en los artículos de prensa y libros de su época, sobre lo cual también publicó en revistas algunos trabajos que luego reunió en un libro.
Su obra, aun siendo muy meritoria para su tiempo, se resiente ahora de cierta falta de pretensiones y algunas inexactitudes, pero aunque ha sido complementada con excelentes estudios parciales, todavía no ha habido ninguna obra general que la sustituya en cuanto a la documentación bibliográfica de la prensa en conjunto del siglo XIX.
Sin embargo, en el campo de los pseudónimos, por ejemplo, parece ser más exacto hoy el Diccionario de seudónimos literarios españoles, con algunas iniciales (1977), de P. P. Rogers y F. A. Lapuente.