Eugendo fue el cuarto abad del monasterio de Condat (Jura).
De hecho, no consiguieron persuadirle a aceptar la ordenación sacerdotal.
El monasterio se erigió como un refugio para los que sufrían infortunio pero también como una escuela de conocimiento.
En 510, convocó al hermano nombrado para ungir a los enfermos; Eugendo le pidió, según la costumbre de la época, que le ungiera el pecho, y murió cinco días más tarde, a los sesenta y uno de edad.
Pocos años después de su muerte, su sucesor, San Vivenciolo, erigió una iglesia sobre su tumba, a la cual llegaron numerosos peregrinos.