Etnozoología

[2]​ La etnozoología ordena y codifica los conocimientos empíricos acumulados por la cultura tradicional acerca del reino animal.

Al investigar las técnicas usadas en la cacería practicada por algunos pueblos indígenas norteamericanos, Mason decía que toda la fauna encontrada en una región, directa o indirectamente, entra en la vida y pensamiento de cada grupo humano.

En América latina, México es el precursor del origen de estas disciplinas mediante dos grandes obras que se remontan al siglo XVI.

Además, las investigaciones que integran la etnozoologia con la ciencia clásica etnociencia, producen resultados más interesantes justamente porque, ese tipo de enfoque integrador, valoriza el saber local de las poblaciones étnicas que habitan los diferentes espacios en relación con toda su biocultura.

En el departamento de La Paz, manifiestan que el jukumari camina como los hombres, tiene mucha fuerza, se viste con ropa como la de los humanos, no tiene miedo a nadie ni a nada, al molestarse puede abrazar bien fuerte hasta asfixiar, no tiene codos para rezar a los Achachilas (cerros nevados considerados poderosos) y es hijo de un mono que antes vivía en la zona.

Así mismo pensaban que sus ancianos al morir, se convertían en osos, como parte del proceso de los fallecidos eran envueltos en mochilas y arrojados al río Cabugón, Bachira o Bajaná, por lo cual los indígenas no utilizaban sus aguas.

Los campesinos de la región dan una interpretación diferente sobre este aspecto, para ellos el oso es un tunebo que cometió una falta y por ello Dios lo castigó.

Sobre los usos es importante resaltar que según sus relatos los huesos del primer oso que los Yukpa cazaron en el Perijá, fueron utilizados para hacer las puntas de las flechas, flautas para algunos festejos, como es el baile realizado a un muerto cuando se va a enterrar por segunda vez, con las uñas y los dientes se hacen collares y pulseras que las mujeres o los hombres pueden usar al sembrar algún producto, para que su cosecha sea grande y fuerte como el Mashiramo.

Sin embargo, estas personas también, les dan un valor económico a otras partes, vendiéndolas a los turistas o visitantes locales; así mismo considera al oso como un animal agresivo y a la vez el principal culpable de las muertes de sus ganados, la mayoría cree que el oso solo se alimenta de carne, por lo que son cazados y las primeras personas que lo hacen tienen la creencia de que se debe beber la sangre caliente para obtener más vitalidad y fortaleza.