Durante su permanencia en Estados Unidos evidenció un compromiso social con la niñez.
Precisamente, en Rusia conocería a Jorge Alonso Uribe, quien sería su esposo y en 1971 se establecerían en Medellín.
Asimismo hizo exposiciones colectivas en ciudades como Bogotá y Cali.
Durante los últimos diez años he pintado todo lo que nos ha pasado en la guerra, aquí en Medellín.
No deseo pintar la violencia, pero ella está aquí a las puertas de mi casa y se arrastra hasta mis pinturas".