Permite una estimulación indolora del tejido nervioso (corteza cerebral, médula espinal, vías motoras centrales y sistema nervioso periférico) para interferir de forma controlada en la actividad normal del cerebro humano.
[2] [3] [4] La estimulación magnética transcraneana se basa en el principio de inducción electromagnética descrito por Michael Faraday en 1838.
Estos pulsos pueden ser únicos en la estimulación magnética trascraneana o bien repetitivos de una manera regular.
Esta modalidad se llama estimulación magnética transcraneana repetitiva o EMTr (en inglés, rTMS).
Desde la perspectiva terapéutica, muchos estudios demuestran que las dos vertientes de la estimulación magnética transcraneana (la EMT y la EMTr) son efectivas.
[6] Asimismo, hoy se sabe que tiene efectos neuroprotectores que ayudan, al menos temporalmente, a personas afectadas por enfermedades neurológicas degenerativas como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Alzheimer.
Las principales contraindicaciones son: Algunos pacientes sometidos a esta estimulación experimentan efectos secundarios que podrían considerarse como menores y pasajeros, como cefaleas (dolores de cabeza), que pueden ser tratadas con analgésicos comunes.