Esta estela fue probablemente la última erigida y la mayor de las que permanecen enteras.
Su base está decorada con una puerta falsa y ambos lados presentan huecos que parecen ventanas.
Este obelisco, denominado más correctamente como "estela" o con el nombre nativo de "hawilt/hawilti" (dado que no terminan con una pirámide en su cumbre) fue tallado y erigido en el siglo IV d. C. por súbditos del reino de Aksum, una antigua civilización etíope.
La estela es un bloque de granito sólido grabado, con una puerta y nueve ventanas falsas (se cree que simbolizan la puerta y las nueve cámaras de la tumba del rey), que fue trasladado desde una cantera a cuatro kilómetros, probablemente arrastrada por elefantes.
Tras décadas de peticiones para que les fuera devuelto su monumento, los etíopes finalmente recuperaron su tesoro histórico nacional.