Su pontificado no registró acontecimientos de importancia.
En los últimos años de su pontificado, el papa Juan X había incurrido en la ira de Marozia, la Donna Senatrix y fue encarcelado y asesinado.
Marozia confirió entonces el papado al papa León VI, quien murió seis meses y medio después en su puesto.
Le sucedió Esteban VII, probablemente por la influencia de Marozia.
Durante sus dos años como papa careció de poder, pues Marozia lo dominaba.