La asfixia y el aplastamiento provocaron la muerte de 1426 peregrinos musulmanes.
La gestión de esta multitud de creyentes es un desafío organizativo para la ciudad santa, que sufrió eventos similares en 1983, 2006 y 2015.
La tragedia tuvo lugar en un túnel de Mina, una ciudad que dista de La Meca diez kilómetros, entre las que se construyeron varios subterráneos.
[4] Mientras los peregrinos se trasladaban para realizar el ritual de la Lapidación del diablo, a las 10 de la mañana el desastre comenzó cuando un barandal del puente peatonal superior se dobló, causando que siete personas cayeran sobre la gente que salía del túnel.
La capacidad del túnel era de 1000 peatones pero entonces estaba lleno con hasta 5000 personas.