Nunca tuvo la localía de un equipo de fútbol de primera división, sin embargo Cobreloa lo ocupó en un par de oportunidades como tal.
Recibe su nombre de la Anaconda Copper Company, empresa estadounidense propietaria de la mina de Chuiquicamata y del estadio hasta el proceso de nacionalización del cobre en la década de 1970.
Luego de ello pasó a manos de Codelco Chile, minera estatal chilena.
Su ocupación comenzó a decaer con el desalojo de la localidad de Chuquicamata, que se completó en 2007.
Desde ese año está prácticamente abandonado.