[2][4] Fue diseñado para acomodar 1 500 autobuses y una cantidad prevista de 24 000 pasajeros al día.
[3] La suerte del edificio decayó en los años 1990, cuando la Polonia post-socialista experimentó un aumento en el número de automóviles privados, y una disminución del interés en el transporte público.
Actualmente el edificio se encuentra cada vez más en necesidad de renovación.
El propietario actual, la empresa PKS 2, tiene planes de reemplazarlo por una construcción nueva en otra ubicación.
[3][4][6] Un portavoz de la compañía declaró no tener interés en invertir dinero en la renovación del edificio,[4] lo cual ha generado críticas por parte de quienes consideran el edificio parte del patrimonio cultural de Polonia, y demandan por ello que el diseño no sea significativamente alterado.