Debe su nombre a Lord Ranelagh, un noble británico amante de la música que mandó construir una rotonda para poder celebrar conciertos en el jardín de su propiedad en Chelsea.
Un recinto similar fue creado en París, cerca de donde se ubica la estación en 1774.
Estuvo muy de moda bajo la reina María Antonieta y bajo la Restauración.
Está diseñada en bóveda elíptica revestida completamente de los clásicos azulejos blancos biselados del metro parisino.
Su iluminación ha sido renovada empleando el modelo vagues (olas) con estructuras casi adheridas a la bóveda que sobrevuelan ambos andenes proyectando la luz en varias direcciones.