Como otras estaciones de la línea 1 se aleja del clásico diseño en bóveda.
Sus paredes son verticales y su techo es metálico con tramos semicirculares, el conjunto está sujetado por varias vigas de acero que han sido pintadas de color morado.
La señalización, sobre paneles metálicos de color azul y letras blancas adopta la tipografía Motte.
Dos de ellas están catalogadas como Monumento Histórico al conservar el edículo Guimard creando en 1900.
Esta obra de arte contemporáneo ha suscitado tantos comentarios como las que construyera Hector Guimard en su momento.