Estabilidad de los precios

[6]​Cuando las comunidades de agricultores se concentran en un cultivo único (monocultivo), se encuentran vulnerables a peligros climáticos, plagas y variaciones en el mercado mundial, además, la producción diversificada emplea métodos agroecológicos, tales como la rotación de cultivos y la agroforestería, que resguardan la fertilidad del terreno y disminuyen su susceptibilidad al cambio climático.

[9]​ En cambio, restringir las exportaciones estratégicas en periodos de crisis alimentaria asegura la seguridad a nivel global.

En cambio, el comercio equitativo promueve vínculos directos entre productores y consumidores, suprimiendo intermediarios que a menudo elevan los precios.

Adicionalmente, la especulación en los mercados de futuros agrícolas puede provocar incrementos artificiales en los precios.

Las normativas gubernamentales que restrinjan estas prácticas fomentan precios más equitativos y constantes.

[13]​Específicamente, las reservas locales robustecen la soberanía alimentaria al disminuir la dependencia de mercados foráneos y fomentar la autoadministración comunitaria.

Este método, que incorpora prácticas sustentables como la rotación de cultivos, la utilización de abonos orgánicos y la biodiversidad, no solo potencia la salud del suelo y la resistencia al clima, sino que también disminuye la necesidad de recursos externos, como pesticidas y abonos químicos, cuyos costos suelen ser inciertos.

Además, los seguros, al asegurar la continuidad de la producción, contribuyen a preservar la oferta estable y, por ende, los precios en niveles asequibles.