Autora de una breve obra poética, que dio a conocer en ediciones limitadas.
La inquietud joyante, su primer libro, constituyó una sorpresa en el panorama de la poesía mexicana, pues nunca antes una mujer se había referido de manera directa a su intimidad y a sus deseos amorosos.
En Canciones del amor perfecto su lírica se vuelve exaltación del amor matrimonial y de la felicidad que provoca la maternidad.
Con Retablos del viejo Guanajuato se interesa por la poesía popular y regional, mientras que Fuga de estío marca su regreso a la poesía intimista, aunque con un tono de serenidad y resignación ante la vejez y el desamor.
Obtuvo el premio Palmas Académicas 1945 y la Medalla de Reconocimiento 1946, en Francia; la Condecoración Juan Pablo Duarte de la República Dominicana y la Medalla al Mérito del Gobierno de Guanajuato 1963.