El espacio muerto fisiológico incluye todo volumen de aire que debería intervenir en el intercambio gaseoso, pero por motivos fisiológicos, patológicos o variables no ocurre este proceso.
Puede ser debido tanto a mala perfusión sanguínea de los capilares que rodean el alveolo como a mala ventilación de éste, ya que, si no hay flujo de sangre alrededor del alveolo para realizar el intercambio, no sucede.
Además, dependiendo de este factor, se puede zonificar a los pulmones en tres partes: Zona 1.
Prácticamente toda esta zona es integrante del espacio muerto fisiológico.
Por ello en las zonas altas del pulmón hay menor perfusión sanguínea, y al hincharse de aire el alveolo, los vasos pueden quedar colapsados por la propia presión que ejerce sobre ellos.