Las investigaciones musicales, en un principio dispersas por los monasterios de las provincias, se concentran en las ciudades y experimentan un desarrollo sin precedentes.
Durante este período nace el motete, que es el tipo de composición más frecuente en el Magnus Liber Organi .
Las fuentes que se comentan seguidamente están ordenadas cronológicamente por fecha de escritura.
Contiene 1023 composiciones, solamente religiosas, escritas para las grandes fiestas de Navidad, Pascua, Pentecostés y la Asunción, así como de otras devociones que se practicaban en París: Santa Magdalen, San Andrés o San Dionisio.
Sin embargo, no aparece en el catálogo hasta el siglo XVII, persisten las dudas en cuanto a su destino, probablemente un uso litúrgico más privado que público.
El manuscrito W1[5] se encuentra en la Biblioteca Herzog August ubicada en la localidad de Wolfenbüttel.
El repertorio se compone principalmente de motetes profanos a dos o tres voces, pero también algunas piezas sacras como conductus, organum y hoquetus; todas ellas clasificadas por el número de voces en que están escritas las piezas.
Fue copiado entre 1250 y 1260 por tres manos diferentes: Las páginas incluyen de ocho a diez pentagramas.
La colección contiene una mayoría de motetes normalmente en francés (algunos con doble texto), sólo 29 conductus y ninguna cláusula.
A pesar de la mezcolanza con piezas del Ars nova, contiene organa, conductus y motetes del viejo estilo (en una cantidad inferior a cincuenta) de origen hispano, que en ocasiones son anteriores o bien siguen los dictados de la escuela y son muy cercanas al repertorio del manuscrito W1.
Los diez cuadernos centrales están constituidos por prosas y motetes a partes iguales.
Aunque está lleno de ejemplos, no se menciona en ningún momento el ritmo.
Sin embargo, permite imaginar cómo eran compuestas las voces y muestra pasajes de organum cada vez más adornado.
Anónimo IV proporciona una información muy valiosa sobre la música de la escuela y los principios involucrados en la composición.
En primer lugar, Leonín (Leo o Magister Leoninus según las fuentes), que estuvo activo durante la segunda mitad del siglo.
De acuerdo con Craig Wright,[19] fue un poeta conocido así como un importante canónigo.
Se le atribuye el Magnus Liber Organi, ya que fue el primer cantor de la nueva catedral.
Perotín es el primer compositor de órganum quádruplum (polifonía a cuatro voces), o al menos el primero cuya música ha llegado hasta nosotros.
En Viderunt omnes, se puede observar un canon a la quinta constituido entre el duplum y el triplum.
Ambas piezas se encuentran en los primeros manuscritos W1 y Pluteus, lo cual muestra el valor o relevancia de estas composiciones.
La notación musical de finales del siglo XII se realiza sobre cuatro o cinco líneas.
Como alteraciones nos encontramos con la indicación de bemol, becuadro y durante el siglo XIII aparece el sostenido.
[21] En el siglo XIII las prácticas polifónicas del organum parisino se expanden por Inglaterra y España, según sugieren los manuscritos W1, de Madrid o de Burgos.,[1] pero también los desarrollos propios, ya que los versículos del Kyrie, las prosas, el Santus y el Agnus dei, que no fueron tratados polifónicamente en París[1] son de origen inglés.