[1] En el primitivo teatro, la escena, como espacio escénico, quedaba referida al lugar, por lo general una tienda de lona o un camarín entre cortinajes, donde los actores cambiaban sus ropajes o máscaras; solía encontrarse detrás de la franja del conjunto del escenario conocida como «orchestra».
[2][3] Concebidas en el teatro griego como los tres modelos básico pintados, la escena cómica solía representarse o decorarse con pinturas o dibujos figurativos de casas, ventanas, miradores, jardines, plazas, etc.
En la satírica, las pinturas mostraban elementos arquitectónicos clásicos (columnas, cornisas, frontispicios, estatuas, o conjuntos palaciegos.
Entre los ejemplos más clásicos del teatro suele citarse, en la obra de Shakespeare, la escena en que Hamlet se enfrenta a su madre.
[3] La jerga teatral ha generado varias expresiones o frases hechas en torno al término escena.