Por regla general se desarrolla de forma más difusa[10] que la calvicie masculina y aunque la distribución también es a nivel frontal y superior de la cabeza, se suele mantener la integridad de la primera línea, por lo que generalmente no hay entradas.
La razón que impulsó al doctor Ludwig en 1977 a crear un modelo particular para medir la alopecia femenina fue el incremento de diagnósticos de calvicie en mujeres, que hasta entonces se veía como algo muy poco frecuente.
Para ello, se utilizan patrones gráficos que representan las progresivas pérdidas de cabello:[15] Se empieza a perder o a afinar el pelo en la zona anterior central.
A este nivel contemplaríamos tratamientos[16] preventivos[17] como la loción de Minoxidil, tratamientos[18] hormonales siempre y cuando estén indicados, Plasma Rico en Plaquetas, terapia láser de baja frecuencia (LLLT)… La debilidad del cabello aumenta dando lugar a cabellos más finos y el área afectada aumenta hasta afectar ya a la zona superior de la cabeza.
Esta alopecia de patrón [20] femenino habitualmente afecta a las mujeres,[21] pero también hay un pequeño porcentaje de hombres[22] que la padecen; asimismo, también hay mujeres[23] que sufren la alopecia del tipo masculino,[24] pero en menor escala.