«La economía, estúpido» (the economy, stupid), fue una frase muy utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George H. W. Bush (padre), que lo llevó a convertirse en presidente de los Estados Unidos.Luego la frase se popularizó como «es la economía, estúpido» y la estructura de la misma ha sido utilizada para destacar los más diversos aspectos que se consideran esenciales.Su popularidad entonces había llegado al 90 % de aceptación, un récord histórico.[1] En esas circunstancias, James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, señaló que este debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas.La frase se instaló en la cultura política estadounidense y también internacionalmente.