[9] Mientras el brigadier general Ernesto Horacio Crespo estuvo al frente de la Fuerza Aérea Argentina, tuvo lugar el alzamiento de los carapintadas, desatado por una facción del Ejército Argentino.
Ernesto Horacio Crespo le aseguró al entonces presidente Raúl Ricardo Alfonsín que la Fuerza Aérea Argentina actuaría en defensa de las instituciones democráticas si el alzamiento pasaba a mayores.
El proyecto del misil Cóndor II perdía uno de sus mayores defensores.
[14] En 1991, cuando el desmantelamiento del Programa Cóndor II, Crespo declaró que Argentina se convertía en un «país bananero».
Menem ordenó al brigadier general Juliá el arresto del exjefe castrense.