Este vía crucis sube serpenteando la cuesta, acompañado por cipreses que custodian las estaciones del mismo.
[2] Pese a que se inició la construcción de una ermita ya en el siglo XVII, en concreto alrededor de 1684 gracias a Pedro Boïl, Señor de Borriol, este edificio necesitó ser totalmente restaurado y reedificado, por lo que se considera que realmente la ermita data del siglo XIX, y que ha conservado todo su esplendor hasta nuestros días.
[2][3][4] Es un edificio de dimensiones intermedias, con planta rectangular y techo a dos aguas.
[2] La fachada de la ermita presenta un alto zócalo que enmarca la puerta rectangular, que se encuentra en el centro del eje de simetría y a ambos lados presenta sendos vanos con rejas.
[5] En el centro del frontón un pequeño óculo que presenta decoración cerámica formando una cruz.