Epidemia de opioides

Los opioides son una clase diversa de analgésicos moderados a fuertes, que incluyen oxicodona (comúnmente vendida bajo los nombres comerciales OxyContin y Percocet), hidrocodona (Vicodin, Norco) y fentanilo, que es un analgésico muy fuerte que se sintetiza para parecerse a otros opiáceos como morfina y heroína derivadas del opio.Debido a los efectos sedantes de los opioides en el centro respiratorio del bulbo raquídeo, los opioides en dosis altas presentan el potencial de depresión respiratoria y pueden causar insuficiencia respiratoria y muerte.Los opioides son altamente efectivos para tratar el dolor agudo,[2]​ pero existe un fuerte debate sobre si son efectivos para tratar el dolor crónico o intratable de alto impacto,[3]​ ya que los riesgos pueden superar los beneficios En 1993, una investigación realizada por el forense jefe de la Columbia Británica identificó un "número desmesuradamente alto" de muertes relacionadas con las drogas, de las cuales hubo 330.Entre abril y diciembre de 2020, hubo un aumento del 89 % en las muertes relacionadas con los opioides en comparación con 2019.Durante la crisis de fentanilo de 2023, aparecieron en México reportajes de Sky News y Channel 4 News que señalaban fuertemente a México, en respuesta José Rafael Ojeda Durán, secretario de la Marina, negó “totalmente” que se produzca fentanilo en México[7]​[8]​ y culpó a la DEA.