La tradición los consideraba descendientes de Eolo, hijo de Helén.
[1] Por otra parte, también se consideraba que los beocios tenían estirpe eolia.
[2] En Asia Menor se establecieron en la región llamada Eólida, cuyos límites difieren según diversos autores, pero que, según Estrabón, llegó a comprender desde el río Hermo hasta la costa a la altura de la ciudad de Cícico.
[3] Asimismo, las islas de Lesbos y Ténedos estaban habitadas por eolios.
[4] Todos estos territorios hablaban una variedad de la lengua griega conocida como eólico.