Envolvente de edificación

Una envolvente de edificación es el separador físico entre el entorno acondicionado y desacondicionado de una construcción, que incluye la resistencia al aire, agua, calor, luz y transferencia de ruido.

[1]​[2]​ El término envolvente se usa en construcción para referirse a la superficie envolvente, “membrana” o “piel” construida que separa el interior del edificio del exterior en que se sitúa, “filtrando” las condiciones de ese exterior.

Obviamente las condiciones del interior y el exterior son distintas, y las exteriores raramente son compatibles con el bienestar de las personas.

De ahí la necesidad de un filtro técnico que aprovechará lo beneficioso de las condiciones exteriores, evitando a la vez lo perjudicial, cuidando así del bienestar de los que habitan el edificio.

Además separarse del exterior permite el objetivo también básico de lograr privacidad[3]​ Así, la envolvente térmica de un edificio es de la parte que se encuentra en contacto con el aire exterior, la capa por donde notamos el frío o el calor y a la que más afectan las inclemencias meteorológicas.