[2] Estos términos se han utilizado para describir entrevistas realizadas en entornos informales que pueden no tener lugar únicamente con el propósito de recopilar datos.
Entrevista cerrada de respuesta fija: A todos los entrevistados se les hacen las mismas preguntas y se les pide que elijan respuestas entre el mismo conjunto de alternativas.
[4] Al elegir entrevistar como método para realizar una investigación cualitativa, es importante ser discreto y sensible en su enfoque.
Por lo tanto, a menudo es útil que los entrevistadores tomen notas mientras el participante responde preguntas o grabe las entrevistas para poder, con mayor precisión, transcribirlas más tarde.
Además, es importante que un entrevistador haga preguntas aclaratorias cuando están confundidos.
[5] Sea respetuoso con los límites: Seidman explica esta táctica como "Explore, no indague" [5] Es esencial que mientras se entrevista al participante se le aliente a explorar sus experiencias de una manera sensible y respetuosa.
No deben ser "sondeados" de tal manera que los haga sentir incómodos o como una muestra en un laboratorio.
Si bien los participantes pueden desviarse de sus respuestas y el entrevistador puede perder interés en lo que están diciendo en un momento u otro, es fundamental que tengan tacto en sus esfuerzos para mantener al participante en el camino correcto y volver al tema en cuestión.
Dado que el trabajo de los entrevistadores es aprender, no tratar ni aconsejar, no ofrecen ningún consejo a los participantes, pero, sin embargo, puede ser agradable contarle a un oyente atento sobre las preocupaciones y preocupaciones.
Como dice el investigador cualitativo Robert S. Weiss, "hablar con alguien que escucha, y escucha atentamente, puede ser valioso, porque la propia experiencia, a través del proceso de ser expresado y compartido, está validado".
[9] En el lado negativo, la naturaleza basada en múltiples preguntas de las entrevistas puede hacer que los participantes se sientan incómodos e inmiscuidos si un entrevistador invade un territorio que consideran demasiado personal o privado.
[8] Además, la naturaleza comparativamente íntima de las entrevistas puede hacer que los participantes se sientan vulnerables al daño o la explotación.
En estas situaciones, los participantes pueden tener miedo de dar una "respuesta incorrecta" o decir algo que podría meterlos en problemas y reflexionar sobre ellos negativamente.
Por ejemplo, si un entrevistador se siente notablemente incómodo, el participante puede comenzar a compartir este malestar,[10] y si un entrevistador expresa enojo, corre el riesgo de transmitirlo al participante.
Por lo tanto, los investigadores deben tratar de mantener la calma, la educación y el interés en todo momento.
Sin embargo, estos factores pueden reducirse o minimizarse entrenando entrevistas para reconocerlos.
Pueden dejarle claro al encuestado cuando necesitan más ejemplos o explicaciones.