Sin embargo, el entrenador interino también puede nombrarse si el técnico habitual no puede encargarse en momentos puntuales.
Normalmente el entrenador interino permanece durante poco tiempo y de forma provisional como técnico, ya que la directiva suele buscar un reemplazo al entrenador destituido.
Sin embargo, si el interino destaca en su labor puede surgir la posibilidad de que sea elegido como técnico habitual del club.
[1] Su debut en el banquillo madridista se produjo en la temporada 1993-94 tras el cese de Benito Floro, regresaría en la campaña 1995-96 tras la marcha de Jorge Valdano durante un partido, y se asentó de forma definitiva en 1999-2000 cuando el equipo despidió a John Benjamin Toshack.
También el famoso y reciente caso de Roberto Di Matteo quien era director interino del Chelsea.