Melilla La Nueva

[1]​ Desde finales del siglo XIX se inició un período de esplendor en Melilla que generó una ciudad moderna, y después de Barcelona la ciudad española con mayor representación del arte modernista, así como la mayor representación del modernismo en África.

Otros autores modernistas en Melilla fueron Emilio Alzugaray Goicoechea y Tomás Moreno Lázaro.

En los años treinta, el Art déco prendió en la arquitectura de Melilla, y arquitectos como Francisco Hernanz Martínez o Lorenzo Ros Costa realizaron espectaculares edificios en los barrios de la ciudad.

Están construidos con piedra de la zona para los muros y ladrillos tochos para los arcos y las bóvedas, con técnicas de fortificación obsoletas, incapaces de hacer frente a la artillería moderna, pues las kabilas rifeñas, el enemigo del que debían defender Melilla no contaban con artillería.

Aunque lo que mejor define la arquitectura melillense es el modernismo, una verdadera continuación del rococó, con una riquísima ornamentación, de infinitas y sugestivas formas y variados colores.