Esta tecnología presenta, sin embargo, un inconveniente, que se considera insalvable: las características electrónicas del famoso cable telefónico impide que se puedan transmitir datos en forma digital a una velocidad superior a 56 kbps.
La diferencia estriba en un elemento definitivo: el oído humano, el mismo no es capaz de oír todo el rango de frecuencias que produce la voz (el mismo principio empleado para poder comprimir música).
El aumento en la velocidad del ADSL viene dado porque, según va aumentando el nivel tecnológico, es posible meter más frecuencias portadoras en esos espacios libres, pues los filtros que separan unas portadoras de otras son cada vez más selectivos.
Para el primer caso, el enrutador ADSL suele tener una o varias interfaces Ethernet, mediante conectores RJ-45.
Otra interfaz que pueden ofrecer algunos encaminadores ADSL es por puerto USB.
Para el caso de una interfaz Wireless, la comunicación se realiza sin cables usando habitualmente Wifi.
Téngase presente que el ancho de banda total ofrecida por el módem, se distribuye entre todos los equipos conectados a este, por lo que el acceso será más lento cuanto más equipos compartan la conexión, sea esta última alámbrica o inalámbrica.