Su producción literaria, dirigida especialmente a los adolescentes, se caracteriza por su estilo realista y formativo en que las situaciones narradas reflejan con acierto el mundo juvenil.
Ingresó al Jardín de niños Claudio Matte, ya había aprendido a leer.
Estudió en el Liceo Santiago para señoritas, un colegio de religiosas suizas, alemanas y chilenas.
Innumerables cursos de perfeccionamiento y agotadoras jornadas de trabajo alternaron las horas en que se entregaba al cuidado del hogar y a su único hijo: Horst.
Colaboró en tareas técnicas en reparticiones del Ministerio de Educación y jubiló en 1987 como docente directivo.