[1][3] Esto hizo que durante los años 80 sólo utilizase la piedra.
Subordina el material a la construcción de formas geométricas que juegan con las antinomias positivo-negativo, simetría-asimetría y vacíos-volúmenes.
Enrique Velasco creó en la misma ribera del río Lérez un doble camino de juncos que muestra la ductibilidad y flexibilidad del granito gallego.
[6][7][8] La estructura comprende dos caminos de granito que se alzan a lo largo de la ribera del río, quedando por debajo del nivel del paseo central de la isla.
Encarnan la noción de que la vida es un camino.