Enrique Urquijo

Durante su trayectoria musical, Enrique Urquijo dejó un legado de quince discos con Los Secretos y dos con Los Problemas.

En su música se denotan diversas influencias, desde Neil Young a Jackson Browne, José Alfredo Jiménez o Warren Zevon.

Actuaba en pequeños locales y se hacía acompañar de músicos amigos, entre ellos Begoña Larrañaga que fue inseparable compañera durante años.

Su círculo cercano así lo atestigua; incluso recuperó la relación con su hermano mayor, Javier Urquijo, con el que llevaba años distante como consecuencia del abrupto final de éste con Los Secretos.

[8]​ Sin embargo, los médicos habían advertido a la familia Urquijo que, como consecuencia de su prolongada abstinencia, era probable una fuerte recaída.

[13]​ Álvaro, además, subraya en todo momento que la muerte de Enrique fue completamente accidental, pues no hubo ninguna intención del artista por quitarse la vida, sino, simplemente, de repetir lo que tantas otras veces Enrique había hecho.

Las personas que conocieron a Enrique -familia, amigos, productores, médicos, parejas- coinciden en que Enrique no era una persona triste,[14]​ tal y como se podría deducir de sus letras y canciones que por lo general revestían un aroma melancólico, triste, de una búsqueda constante de cosas inalcanzables, como su deseo por volver a ser un niño.

La historia mayoritariamente compartida por los músicos dice que Enrique llevaba un tiempo sin componer y le preguntó a Joaquín, con el que había desarrollado una buena amistad en los últimos años, si tenía alguna letra escrita; éste le pasó esos primeros versos y a partir de ellos cada uno acabó su historia[12]​[7]​, con desenlaces diametralmente opuestos que reflejan bien la personalidad de cada uno: Sabina, victorioso, y Enrique, derrotado.

Las legendarias composiciones de Enrique se cuentan por decenas: El ya mencionado Ojos de gata, La calle del olvido, Agárrate a mi María, Déjame, Quiero beber hasta perder el control, Colgado, Buena chica, Buscando, Aunque tú no lo sepas -compuesta por Quique González para el grupo en solitario de Enrique, Enrique Urquijo y Los Problemas-, Otra tarde -compuesta con Canito-, Hoy no o Volver a ser un niño.

Versionó, entre otros temas, Ya me olvidé de ti -de Marcelo Salazar-, Nada más -de José María Granados-, Frío -de Alarma!!

!-, Por el túnel -de Joaquín Sabina-, Para vivir -de Pablo Milanés- o la ya mencionada Aunque tú no lo sepas.

Esta última, como se ha dicho, fue compuesta por Quique González; sin embargo, también aquí Enrique aportó su toque personal, sustituyendo algunas palabras por otras, como mi cama se queda fría por mi cama se queja fría, o hasta modificando versos enteros, como, por ejemplo, donde Quique decía encendía con besos toda tu escalera, Enrique escribió encendía con besos el mar de tus labios, o también cambiando me drogué sin receta por me drogué con promesas.