Enlil-nadin-shumi fue rey de Babilonia y el País del Mar ca.
Su reinado fue fugaz, tan sólo de un año o seis meses, según las fuentes[1] antes de ser derrocado por una invasión elamita.
A los siete años de la conquista de Babilonia, Tukultininurta abandonó el país y dejó un rey vasallo, Enlil-nadin-shumi, que era un príncipe casita.
Por razones dinásticas poco claras, ya que se desconoce la legitimidad dinástica de Enlil-nadin-shumi, la dinastía elamita se consideraba también con derecho al trono de Babilonia, y aunque al principio las relaciones con Elam fueron buenas, fueron empeorando.
El último rey elamita de la dinastía Igehalkid, Kiddin-Khutran III, dirigió finalmente una expedición contra Enlil-nadin-shumi, y le depuso, colocando en su lugar a Kadashman-Harbe II.